En pleno proceso de matriculación, en determinados centros educativos financiados con fondos públicos –públicos y concertados– existen más solicitudes que plazas disponibles.
La estricta política de zonificación, que establecen algunas Comunidades Autónomas, provoca que ciertos padres se tomen este proceso como una auténtica carrera de obstáculos y, para lograr que sus hijos consigan la anhelada plaza en el colegio
que desean, no dudan en recurrir, incluso, a prácticas poco honestas.