Continua con nosotros en:
Inicio | Te mudas | Un nuevo cole... en otra ciudad
Login familias
Email:
Contraseña:
Introduce el email asociado a la cuenta de la que has olvidado la contraseña y pulsa "Solicitar contraseña".
Email:
Ayuda para familias
Tu centro escolar
Contáctanos

Un nuevo cole... en otra ciudad

Un nuevo cole... en otra ciudad

Cambiar de colegio es ya de por sí estresante. Pero cuando, además, se le añade un traslado a otra ciudad, el proceso puede resultar más complicado. Además de realizar una serie de trámites administrativos, hay que preparar al niño muy bien, puesto que deberá enfrentarse a situaciones nuevas en dos pilares fundamentales de su vida.

Ya sea obligadas por las circunstancias o en busca de una mejora laboral, muchas familias trasladan su lugar de residencia a otras provincias, e incluso a otros países. Inevitablemente, esto conlleva un cambio de colegio para sus hijos. Pero ¿cómo prepararse bien ante él?

LOS TRÁMITES ADMINISTRATIVOS

Dependiendo del momento en que se produzca la mudanza, los padres tendrán que llevar a cabo distintas gestiones.

  • Si es para el siguiente curso. En este caso, hay que solicitar el centro escolar elegido en el plazo determinado por cada Comunidad Autónoma para el próximo año. Aunque los criterios de baremación son distintos en cada una, es habitual que se otorguen puntos por la cercanía del domicilio al colegio. Así, se suele pedir el padrón municipal para comprobar que el niño pertenece a esa área de influencia. Pero ¿cómo demostrarlo si la familia aún no se ha mudado sino que lo hará en los siguientes meses? Por ejemplo en Madrid, “es necesario tener, o acreditar que se va a tener antes de finalizar 2012, un domicilio concreto en la Comunidad de Madrid y presentar la solicitud dentro del periodo ordinario”, según informan desde la Consejería de Educación. Así, pues, valdría con que la familia demostrase su intención de trasladarse próximamente. En otras Comunidades, si el nuevo domicilio no se ha fijado aún, lo mejor es acudir a la Comisión de Escolarización y plantear el caso.

  • Si es a mitad de curso. Cuando la familia se marcha a vivir a otra ciudad en mitad del curso escolar, lo primero que debe hacer es acudir a la Comisión de Escolarización de la zona que le corresponda en su nuevo domicilio. Allí deberá rellenar una solicitud indicando los motivos por los que solicita plaza y cuáles son los centros que prefiere. Esto no significa que uno de ellos tenga que ser el elegido, pues la Comisión, aunque tiene en cuenta la opinión de los padres, asigna finalmente el colegio en función de las plazas libres que haya en ese momento en el curso demandado. Una vez que se determina el centro escolar al que acudirá, en la mayoría de los casos, la familia no debe hacer ningún trámite adicional, pues son los centros los que se ponen en contacto entre sí tanto para darle de alta en uno, como de baja en otro.


EL APOYO DE LOS PADRES, FUNDAMENTAL


Enfrentarse a un doble cambio: colegio y ciudad es un momento muy delicado que va a requerir una dosis extra de atención por parte de los padres. Para minimizar sus consecuencias, conviene seguir las siguientes pautas.

  • Anticipar el cambio. “Los cambios siempre hay que anticiparlos desde que se sepa la noticia y normalizarlos”, aconseja la experta. “Si se trata de niños pequeños, ha de hacerse de un modo visual, para conseguir la comprensión y el efecto esperado”, explica. Por ejemplo, se puede utilizar una cartulina para explicarles todo el proceso. Con los hijos mayores, también se puede anotar la fecha del traslado en una agenda que permanezca visible para que se vayan haciendo a la idea. En todo caso, hay que sentarse con ellos, y adaptándola a su edad, ofrecerles una explicación de por qué hay que mudarse. Se les debe involucrar en el proceso, pero sin dejarlos tomar en última instancia una decisión tan importante.

  • Presentarles su nueva realidad. Cuando estén decididos tanto la nueva ciudad como el colegio, merece la pena hacer una labor de “detectives” en familia. Consiste en implicar al niño en la búsqueda de rincones, lugares, actividades estimulantes para él que ofrezca ese lugar para que vaya ilusionándose con él. Si es posible, lo ideal es visitar antes tanto la nueva localidad como el centro escolar, pero si no, pueden buscarse datos en Internet para que el niño conozca cómo será el entorno en el que va a estar.

  • Ser paciente. Para muchos niños, al igual que para muchos adultos, un cambio de este tipo puede resultar demasiado estresante. Probablemente tu hijo se muestre más nervioso que de costumbre, duerma mal, esté irritable… Aunque, seguramente, como padre estés viviendo una situación difícil tú también, debes volcarte en apoyar a tu hijo. Él necesita confianza, seguridad y alegría para afrontar su nueva etapa, y, sin la presencia de sus amigos de siempre, es la familia la que se lo debe proporcionar. Hay que mostrarles nuestro apoyo y subrayar siempre las cosas positivas que ha traído el cambio. Seguramente él las niegue de primeras, pero ese tipo de mensajes acabarán calando en su interior.

  • Favorecer nuevas amistades. ¿Qué tal si preparáis una fiesta de bienvenida para conocer a los nuevos compañeros de tu hijo? También es buena idea que lleve a su clase algún dulce típico de vuestro lugar de origen, o que invite a algún compañero a jugar con él en casa. Como destaca la pedagoga, “ofrecer un ambiente tranquilo y seguro hará que el niño tenga menos complejos a la hora de formar parte de la nueva comunidad”. Además, hay que tener otro aspecto muy en cuenta: “No siempre se trata tanto de que el nuevo se adapte al grupo como de que el grupo facilite su llegada”, subraya.

  • Mantener el contacto con los antiguos compañeros. Lo más probable es que el niño eche mucho de menos a sus antiguos compañeros. En la medida de lo posible, “siempre es una buena opción”, como recomienda Lydia Martínez, mantener el contacto con sus antiguos compañeros de colegio.

  • Estar pendiente de sus reacciones. Cada niño reacciona de un modo ante esta experiencia, y conviene estar al tanto de cómo la va afrontando. “Toda alteración en el comportamiento indicaría una situación problemática de fondo: miedo, ansiedad, incomprensión, soledad…”, apunta la experta. En estos casos conviene hablar con el Departamento de Orientación del centro o solicitar ayuda profesional. Pero ¿qué pasará con sus resultados académicos? “No tienen por qué sufrir una alteración si se trabaja el cambio desde el principio”, destaca.


¿Y SI SON VARIOS HERMANOS?


Cuando hay un cambio de colegio de estas características, no siempre todos los hermanos pueden coincidir en el mismo centro escolar. En el periodo de escolarización extraordinaria, fuera de plazo, dependerá de la oferta de plazas que haya en los centros solicitados. Pero, según la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid: “En casos extremos, y siempre que no se perjudique a otros solicitantes, se puede producir incluso el incremento de ratio (más de 25 alumnos por unidad) en grupos concretos con el fin de facilitar el agrupamiento de hermanos”


NOS VAMOS A OTRO PAÍS


¿Qué ocurre cuándo a la dificultad de integrarse en una nueva ciudad y en un nuevo colegio unimos la de un idioma extraño? Sucede cuando la familia se traslada al extranjero. ¿Cómo actuar entonces? Una buena opción es apuntarlo a clases en ese idioma unos meses antes del traslado. Pero ¿qué tipo de colegio elegir? Según aconseja la pedagoga: “Dependerá de la lengua de destino, pero si el niño es pequeño, quizá unos meses de adaptación en la guardería sean suficientes. En los niños algo mayores también dependen de las expectativas curriculares de los padres. Por adaptación, cuanto antes se acostumbre su oído a la nueva lengua, mejor”.

Texto: Terry Gragera


Suscribete a nuestro boletin. Recibe nuestras noticias y entrevistas. Todas las ofertas y novedades en tu correo. Enviar